En mi caso,
las palabras son cosas y las cosas palabras. Como no tengo cosas, como no puedo
nunca otorgarles realidad las nombro y creo en su nombre (el nombre se vuelve
real y la cosa nombrada se esfuma, es la fantasma del nombre). Ahora sé por qué
mi sueño con escribir poemas-objetos. Es mi sed de realidad, mi sueño de
materialismo dentro del sueño.
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