Every phrase and every sentence is an end and a beginning.

Every poem an epitaph.

/ T.S.Eliot /


miércoles, 29 de agosto de 2012

- Susan Sontag -




Escribo porque creo en el proyecto de la literatura. No escribo para expresarme aunque de hecho me expreso porque soy la única herramienta de la que dispongo en la escritura, pero definitivamente no es ése el propósito ni la justificación. En medio de los lenguajes degradados de los medios masivos, las burocracias y las jergas técnicas, ¿se imagina qué sería de nosotros si no existiera esta especie de antídoto, de contra-ejemplo de cómo sentir y pensar? La literatura amplía el mundo. La literatura es una educación del corazón y de la mente: entendemos mejor las posibilidades humanas, ejercitamos nuestra capacidad de compasión, de identificación. Amo las artes visuales y la música, no podría imaginar el mundo sin la pintura o la música, pero el efecto no es el mismo. La pintura y la música son puro placer. También la literatura puede serlo pero es sobre todo un espacio en el que yo misma y el mundo que me rodea se extienden y se amplían.

lunes, 27 de agosto de 2012

- Ink -

- Idea Vilariño - Diarios -




Sentirse tan uno y, al mismo tiempo, no saber quién, qué se es, dónde está el núcleo de ese uno mismo. Desprendimiento, falta de interés en Idea. Conciencia de ser diferentes personas en diferentes circunstancias, entornos. Ese ojo implacable que siempre sabe, juzga, está viendo. Eso sería yo, pero es un tanto impersonal. Pero es lo más yo que puedo tocar. Y de todos modos, lo único que importa. Y ese rigor, esa censura sin piedad está implicando a la vez un interés profundo, total por lo que es Idea. No creo que sea paradójica esa manera de descubrirme dos por tres en blanco, sin saber quién soy, o sabiéndolo con una especie de visión impersonal. Sabiéndome como un cuerpo y una tarea, y poco más. Y tanta cosa por eso, por tan poco. Y aunque fuera más.

En un papel que escribí hace tiempo decía, mejor dicho creo, pero más o menos, algo así:

Me cortan pies y manos
me cortan brazos piernas
me cortan la cabeza.
Que me encuentren.

No creo que sea patológico. Tal vez sea patológico no percibirlo nunca.


- Emily Dickinson -


Una palabra muere cuando es dicha, alguien dice.
Yo digo que justo empieza a vivir aquel día.


miércoles, 22 de agosto de 2012

- Rainer Maria Rilke -




Todo ser habita en el único espacio:
espacio interior del mundo. Las aves vuelan en silencio
a través de nosotros. Ansioso de crecer,
miro afuera, y dentro de mí crece el árbol.

Me aflijo, y se alza dentro de mí la casa.
Velo, y dentro de mí está la vigilia.
Me convertí en amado: en mí la imagen
de la bella creación reposa y se deshace en llanto.


- Idea Vilariño - Vive -




Aquel amor
aquel
que tomé con la punta de los dedos
que dejé que olvidé
aquel amor
ahora
en unas líneas que
se caen de un cajón
está ahí
sigue estando
sigue diciéndome
está doliendo
está
todavía
sangrando.


lunes, 20 de agosto de 2012

- Alejandra Pizarnik - El Deseo de la Palabra/La Palabra del Deseo -




EL DESEO DE LA PALABRA

La noche, de nuevo la noche, la magistral sapiencia de lo oscuro, el cálido roce de la muerte, un instante de éxtasis para mí, heredera de todo jardín prohibido.
Pasos y voces del lado sombrío del jardín. Risas en el interior de las paredes. No vayas a creer que están vivos. No vayas a creer que no están vivos. En cualquier momento la fisura en la pared y el súbito desbandarse de las niñas que fui.
Caen niñas de papel de variados colores. ¿Hablan los colores? ¿Hablan las imágenes de papel? Solamente hablan las doradas y de ésas no hay ninguna por aquí.
Voy entre muros que se acercan, que se juntan. Toda la noche hasta la aurora salmodiaba: Si no vino es porque no vino. Pregunto. ¿A quién? Dice que pregunta, quiere saber a quién pregunta. Tú ya no hablas con nadie. Extranjera a muerte está muriéndose. Otro es el lenguaje de los agonizantes.
He malgastado el don de transfigurar a los prohibidos (los siento respirar adentro de las paredes). Imposible narrar mi día, mi vía. Pero contempla absolutamente sola la desnudez de estos muros. Ninguna flor crece ni crecerá del milagro. A pan y agua toda la vida.
En la cima de la alegría he declarado acerca de una música jamás oída. ¿Y qué? Ojalá pudiera vivir solamente en éxtasis, haciendo el cuerpo del poema con mi cuerpo, rescatando cada frase con mis días y con mis semanas, infundiéndole al poema mi soplo a medida que cada letra de cada palabra haya sido sacrificada en las ceremonias del vivir.


LA PALABRA DEL DESEO

Esta espectral textura de la oscuridad, esta melodía en los huesos, este soplo de silencios diversos, este ir abajo por abajo, esta galería oscura, oscura, este hundirse sin hundirse.
¿Qué estoy diciendo? Está oscuro y quiero entrar. No sé qué más decir. (Yo no quiero decir, yo quiero entrar.) El dolor en los huesos, el lenguaje roto a palabras, poco a poco reconstituir el diagrama de la irrealidad.
Posesiones no tengo (esto es seguro; al fin algo seguro). Luego una melodía. Es una melodía plañidera, una luz lila, una inminencia sin destinatario. Veo la melodía. Presencia de una luz anaranjada. Sin tu mirada no voy a saber vivir, también esto es seguro. Te suscito, te resucito. Y me dijo que saliera al viento y fuera de casa en casa preguntando si estaba.
Paso desnuda con un cirio en la mano, castillo frío, jardín de las delicias. La soledad no es estar parada en el muelle, a la madrugada, mirando el agua con avidez. La soledad es no poder decirla por no poder circundarla por no poder darle un rostro por no poder hacerla sinónimo de un paisaje. La soledad sería esta melodía rota de mis frases.

- JellyFish -









- William Shakespeare -Romeo y Julieta -




ROMEO

Se ríe de las heridas quien no las ha sufrido.
Pero, alto. ¿Qué luz alumbra esa ventana?
Es el oriente, y Julieta, el sol.
Sal, bello sol, y mata a la luna envidiosa,
que está enferma y pálida de pena
porque tú, que la sirves, eres más hermoso.
Si es tan envidiosa, no seas su sirviente.
Su ropa de vestal es de un verde apagado
que sólo llevan los bobos ¡Tírala!
¡Ah, es mi dama, es mi amor!
¡Ojalá lo supiera!
Mueve los labios, mas no habla. No importa:
hablan sus ojos; voy a responderles.
¡Qué presuntuoso! No me habla a mí.
Dos de las estrellas más hermosas del cielo
tenían que ausentarse y han rogado a sus ojos
que brillen en su puesto hasta que vuelvan.
¿Y si ojos se cambiasen con estrellas?
El fulgor de su mejilla les haría avergonzarse,
como la luz del día a una lámpara; y sus ojos
lucirían en el cielo tan brillantes
que, al no haber noche, cantarían las aves.
¡Ved cómo apoya la mejilla en la mano!
¡Ah, quién fuera el guante de esa mano
por tocarle la mejilla!

JULIETA
¡Ay de mí!

ROMEO
Ha hablado. ¡Ah, sigue hablando,
ángel radiante, pues, en tu altura,
a la noche le das tanto esplendor
como el alado mensajero de los cielos
ante los ojos en blanco y extasiados
de mortales que alzan la mirada
cuando cabalga sobre nube perezosa
y surca el seno de los aires!

JULIETA
¡Ah, Romeo, Romeo! ¿Por qué eres Romeo?
Niega a tu padre y rechaza tu nombre,
o, si no, júrame tu amor
y ya nunca seré una Capuleto.

ROMEO
¿La sigo escuchando o le hablo ya?

JULIETA
Mi único enemigo es tu nombre.
Tú eres tú, aunque seas un Montesco.
¿Qué es 'Montesco'? Ni mano, ni pie,
ni brazo, ni cara, ni parte del cuerpo.
¡Ah, ponte otro nombre!
¿Qué tiene un nombre? Lo que llamamos rosa
sería tan fragante con cualquier otro nombre.
Si Romeo no se llamase Romeo,
conservaría su propia perfección
sin ese nombre. Romeo, quítate el nombre
y, a cambio de él, que es parte de ti,
¡tómame entera!

ROMEO
Te tomo la palabra.
Llámame 'amor' y volveré a bautizarme:
desde hoy nunca más seré Romeo.

JULIETA
¿Quién eres tú, que te ocultas en la noche
e irrumpes en mis pensamientos?

ROMEO
Con un nombre no sé decirte quién soy.
Mi nombre, santa mía, me es odioso
porque es tu enemigo.
Si estuviera escrito, rompería el papel.

JULIETA
Mis oídos apenas han sorbido cien palabras
de tu boca y ya te conozco por la voz.
¿No eres Romeo, y además Montesco?

ROMEO
No, bella mía, si uno a otro te disgusta.

JULIETA
Dime, ¿cómo has llegado hasta aquí y por qué?
Las tapias de este huerto son muy altas
y, siendo quien eres, el lugar será tu muerte
si alguno de los míos te descubre.

ROMEO
Con las alas del amor salté la tapia,
pues para el amor no hay barrera de piedra,
y, como el amor lo que puede siempre intenta,
los tuyos nada pueden contra mí.

JULIETA
Si te ven, te matarán.

ROMEO
¡Ah! Más peligro hay en tus ojos
que en veinte espadas suyas. Mírame con dulzura
y quedo a salvo de su hostilidad.

JULIETA
Por nada del mundo quisiera que te viesen.

ROMEO
Me oculta el manto de la noche
y, si no me quieres, que me encuentren:
mejor que mi vida acabe por su odio
que ver cómo se arrastra sin tu amor.

JULIETA
¿Quién te dijo dónde podías encontrarme?

ROMEO
El amor, que me indujo a preguntar.
Él me dio consejo; yo mis ojos le presté.
No soy piloto, pero, aunque tú estuvieras lejos,
en la orilla más distante de los mares más remotos,
zarparía tras un tesoro como tú.

JULIETA
La noche me oculta con su velo;
si no, el rubor teñiría mis mejillas
por lo que antes me has oído decir.
¡Cuánto me gustaría seguir las reglas,
negar lo dicho! Pero, ¡adiós al fingimiento!
¿Me quieres? Sé que dirás que sí
y te creeré. Si jurases, podrías
ser perjuro: dicen que Júpiter se ríe
de los perjurios de amantes. ¡Ah, gentil Romeo!
Si me quieres, dímelo de buena fe.
O, si crees que soy tan fácil,
me pondré áspera y rara, y diré 'no'
con tal que me enamores, y no más que por ti.
Mas confía en mí: demostraré ser más fiel
que las que saben fingirse distantes.
Reconozco que habría sido más cauta
si tú, a escondidas, no hubieras oído
mi confesión de amor. Así que, perdóname
y no juzgues liviandad esta entrega
que la oscuridad de la noche ha descubierto.

ROMEO
Juro por esa luna santa
que platea las copas de estos árboles.

JULIETA
Ah, no jures por la luna, esa inconstante
que cada mes cambia en su esfera,
no sea que tu amor resulte tan variable.

ROMEO
¿Por quién voy a jurar?

JULIETA
No jures; o, si lo haces,
jura por tu ser adorable,
que es el dios de mi idolatría,
y te creeré.

ROMEO
Si el amor de mi pecho.

JULIETA
No jures. Aunque seas mi alegría,
no me alegra nuestro acuerdo de esta noche:
demasiado brusco, imprudente, repentino,
igual que el relámpago, que cesa
antes de poder nombrarlo. Amor, buenas noches.
Con el aliento del verano, este brote amoroso
puede dar bella flor cuando volvamos a vernos.
Adiós, buenas noches. Que el dulce descanso
se aloje en tu pecho igual que en mi ánimo.

ROMEO
¿Y me dejas tan insatisfecho?

JULIETA
¿Qué satisfacción esperas esta noche?

ROMEO
La de jurarnos nuestro amor.

JULIETA
El mío te lo di sin que lo pidieras;
ojalá se pudiese dar otra vez.

ROMEO
¿Te lo llevarías? ¿Para qué, mi amor?

JULIETA
Para ser generosa y dártelo otra vez.
Y, sin embargo, quiero lo que tengo.
Mi generosidad es inmensa como el mar,
mi amor, tan hondo; cuanto más te doy,
más tengo, pues los dos son infinitos.
Oigo voces dentro. Adiós, mi bien.
--¡Ya voy, ama! --Buen Montesco, sé fiel.
Espera un momento, vuelvo en seguida.

ROMEO
¡Ah, santa, santa noche! Temo
que, siendo de noche, todo sea un sueño,
harto halagador y sin realidad.

JULIETA
Unas palabras, Romeo, y ya buenas noches.
Si tu ánimo amoroso es honrado
y tu fin, el matrimonio, hazme saber mañana
(yo te enviaré un mensajero)
dónde y cuándo será la ceremonia
y pondré a tus pies toda mi suerte
y te seguiré, mi señor, por todo el mundo.

AMA
¡Julieta!

JULIETA
¡Ya voy!-- Mas, si no es buena tu intención,
te lo suplico.

AMA
¡Julieta!

JULIETA
¡Voy ahora mismo!-- Abandona tu empeño
y déjame con mi pena. Mañana lo dirás.

ROMEO
¡Así se salve mi alma!

JULIETA
¡Mil veces buenas noches!


ROMEO
He jests at scars that never felt a wound.
But, soft! what light through yonder window breaks?
It is the east, and Juliet is the sun.
Arise, fair sun, and kill the envious moon,
Who is already sick and pale with grief,
That thou her maid art far more fair than she:
Be not her maid, since she is envious;
Her vestal livery is but sick and green
And none but fools do wear it; cast it off.
It is my lady, O, it is my love!
O, that she knew she were!
She speaks yet she says nothing: what of that?
Her eye discourses; I will answer it.
I am too bold, 'tis not to me she speaks:
Two of the fairest stars in all the heaven,
Having some business, do entreat her eyes
To twinkle in their spheres till they return.
What if her eyes were there, they in her head?
The brightness of her cheek would shame those stars,
As daylight doth a lamp; her eyes in heaven
Would through the airy region stream so bright
That birds would sing and think it were not night.
See, how she leans her cheek upon her hand!
O, that I were a glove upon that hand,
That I might touch that cheek!

JULIET
Ay me!

ROMEO
She speaks:
O, speak again, bright angel! for thou art
As glorious to this night, being o'er my head
As is a winged messenger of heaven
Unto the white-upturned wondering eyes
Of mortals that fall back to gaze on him
When he bestrides the lazy-pacing clouds
And sails upon the bosom of the air.

JULIET
O Romeo, Romeo! wherefore art thou Romeo?
Deny thy father and refuse thy name;
Or, if thou wilt not, be but sworn my love,
And I'll no longer be a Capulet.

ROMEO
Shall I hear more, or shall I speak at this?

JULIET
'Tis but thy name that is my enemy;
Thou art thyself, though not a Montague.
What's Montague? it is nor hand, nor foot,
Nor arm, nor face, nor any other part
Belonging to a man. O, be some other name!
What's in a name? that which we call a rose
By any other name would smell as sweet;
So Romeo would, were he not Romeo call'd,
Retain that dear perfection which he owes
Without that title. Romeo, doff thy name,
And for that name which is no part of thee
Take all myself.

ROMEO
I take thee at thy word:
Call me but love, and I'll be new baptized;
Henceforth I never will be Romeo.

JULIET
What man art thou that thus bescreen'd in night
So stumblest on my counsel?

ROMEO
By a name
I know not how to tell thee who I am:
My name, dear saint, is hateful to myself,
Because it is an enemy to thee;
Had I it written, I would tear the word.

JULIET
My ears have not yet drunk a hundred words
Of that tongue's utterance, yet I know the sound:
Art thou not Romeo and a Montague?

ROMEO
Neither, fair saint, if either thee dislike.

JULIET
How camest thou hither, tell me, and wherefore?
The orchard walls are high and hard to climb,
And the place death, considering who thou art,
If any of my kinsmen find thee here.

ROMEO
With love's light wings did I o'er-perch these walls;
For stony limits cannot hold love out,
And what love can do that dares love attempt;
Therefore thy kinsmen are no let to me.

JULIET
If they do see thee, they will murder thee.

ROMEO
Alack, there lies more peril in thine eye
Than twenty of their swords: look thou but sweet,
And I am proof against their enmity.

JULIET
I would not for the world they saw thee here.

ROMEO
I have night's cloak to hide me from their sight;
And but thou love me, let them find me here:
My life were better ended by their hate,
Than death prorogued, wanting of thy love.

JULIET
By whose direction found'st thou out this place?

ROMEO
By love, who first did prompt me to inquire;
He lent me counsel and I lent him eyes.
I am no pilot; yet, wert thou as far
As that vast shore wash'd with the farthest sea,
I would adventure for such merchandise.

JULIET
Thou know'st the mask of night is on my face,
Else would a maiden blush bepaint my cheek
For that which thou hast heard me speak to-night
Fain would I dwell on form, fain, fain deny
What I have spoke: but farewell compliment!
Dost thou love me? I know thou wilt say 'Ay,'
And I will take thy word: yet if thou swear'st,
Thou mayst prove false; at lovers' perjuries
Then say, Jove laughs. O gentle Romeo,
If thou dost love, pronounce it faithfully:
Or if thou think'st I am too quickly won,
I'll frown and be perverse an say thee nay,
So thou wilt woo; but else, not for the world.
In truth, fair Montague, I am too fond,
And therefore thou mayst think my 'havior light:
But trust me, gentleman, I'll prove more true
Than those that have more cunning to be strange.
I should have been more strange, I must confess,
But that thou overheard'st, ere I was ware,
My true love's passion: therefore pardon me,
And not impute this yielding to light love,
Which the dark night hath so discovered.

ROMEO
Lady, by yonder blessed moon I swear
That tips with silver all these fruit-tree tops--

JULIET
O, swear not by the moon, the inconstant moon,
That monthly changes in her circled orb,
Lest that thy love prove likewise variable.

ROMEO
What shall I swear by?

JULIET
Do not swear at all;
Or, if thou wilt, swear by thy gracious self,
Which is the god of my idolatry,
And I'll believe thee.

ROMEO
If my heart's dear love

JULIET
Well, do not swear: although I joy in thee,
I have no joy of this contract to-night:
It is too rash, too unadvised, too sudden;
Too like the lightning, which doth cease to be
Ere one can say 'It lightens.' Sweet, good night!
This bud of love, by summer's ripening breath,
May prove a beauteous flower when next we meet.
Good night, good night! as sweet repose and rest
Come to thy heart as that within my breast!

ROMEO
O, wilt thou leave me so unsatisfied?

JULIET
What satisfaction canst thou have to-night?

ROMEO
The exchange of thy love's faithful vow for mine.

JULIET
I gave thee mine before thou didst request it:
And yet I would it were to give again.

ROMEO
Wouldst thou withdraw it? for what purpose, love?

JULIET
But to be frank, and give it thee again.
And yet I wish but for the thing I have:
My bounty is as boundless as the sea,
My love as deep; the more I give to thee,
The more I have, for both are infinite.
I hear some noise within; dear love, adieu!
Anon, good nurse! Sweet Montague, be true.
Stay but a little, I will come again.

ROMEO
O blessed, blessed night! I am afeard.
Being in night, all this is but a dream,
Too flattering-sweet to be substantial.

JULIET
Three words, dear Romeo, and good night indeed.
If that thy bent of love be honourable,
Thy purpose marriage, send me word to-morrow,
By one that I'll procure to come to thee,
Where and what time thou wilt perform the rite;
And all my fortunes at thy foot I'll lay
And follow thee my lord throughout the world.

NURSE
Madam!

JULIET
I come, anon. --But if thou mean'st not well,
I do beseech thee--

NURSE
Madam!

JULIET
By and by, I come:
To cease thy suit, and leave me to my grief:
To-morrow will I send.

ROMEO
So thrive my soul

JULIET
A thousand times good night!