Every phrase and every sentence is an end and a beginning.

Every poem an epitaph.

/ T.S.Eliot /


lunes, 25 de abril de 2011

- Fernando Pessoa - Oda -




Para ser grande, sé entero: nada
Tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
En lo mínimo que hagas,
Por eso la luna brilla toda
En cada lago, porque alta vive.


Para ser grande, sê inteiro: nada
Teu exagera ou exclui.
Sê todo em cada coisa. Põe quanto és
No mínimo que fazes,
Assim como em cada lago a lua toda
Brilha, porque alta vive.


miércoles, 20 de abril de 2011

- Henri Michaux - Yo Remo -


Maldije tu frente tu vientre tu vida
Maldije las calles que tu andar recorre
Los objetos que recoge tu mano
Maldije el interior de tus sueños

Puse un charco en tu ojo que ya no ve

Un insecto en tu oreja que ya no oye
Una esponja en tu cerebro que ya no comprende

Te he enfriado en el alma de tu cuerpo

Te he congelado en tu vida profunda
El aire que respiras te sofoca
El aire que respiras tiene aire de sótano
Es un aire que ya ha sido expirado
Que ha sido expulsado por hienas
El hedor de ese aire ya nadie puede respirarlo

Tu piel está completamente húmeda

Tu piel rezuma el agua del gran miedo
Tus axilas desprenden desde lejos un olor a cripta

Los animales se detienen a tu paso

Los perros aúllan por la noche, levantando la cabeza hacia tu casa
No puedes huir
No tienes ningún hormigueo en la punta del pie
Tu cansancio pone raíces de plomo en tu cuerpo
Tu cansancio es una larga caravana
Tu cansancio llega hasta el país de Nan
Tu cansancio es inexpresable

Tu boca te muerde

Tus uñas te arañan
Ya no es tuya tu mujer
Ya no es tuyo tu hermano
Una serpiente furiosa le ha mordido la planta del pie
Han mancillado tu progenitura
Han mancillado la risa de tu niñita
Han mancillado al pasar el rostro de tu morada

El mundo se aleja de ti


Yo remo

Yo remo
Yo remo contra tu vida
Yo remo
Yo me multiplico en remeros innumerables
Para remar con mayor fuerza contra ti

Caes en lo impreciso

Estás sin aliento
Te cansas aun antes de hacer el menor esfuerzo

Yo remo

Yo remo
Yo remo
Te vas, ebrio, atado a la cola de un mulo
La ebriedad como un inmenso quitasol que oscurece el cielo
Y convoca a las moscas
La ebriedad vertiginosa de los canales semicirculares
Comienzo mal escuchado de la hemiplejía
La ebriedad ya no te abandona
Te tumba hacia la izquierda
Te tumba hacia la derecha
Te tumba sobre el suelo pedregoso del camino
Yo remo
Yo remo
Yo remo contra tus días

En la casa del sufrimiento entras


Yo remo

Yo remo
Sobre un lazo negro tus acciones se inscriben
Sobre el gran ojo blanco de un caballo tuerto rueda tu porvenir

Yo remo

viernes, 15 de abril de 2011

- Lost In Translation -

- Anaïs Nin - Les Chambres du Cœur -


Siempre nace algo del hombre y la mujer que yacen juntos e intercambian las esencias de sus vidas. Siempre es arrastrada algu­na semilla que se abre en el suelo de la pasión. Los vapores del deseo son la matriz del nacimiento del hombre, y a menudo en la embriaguez de las cari­cias se forja la historia, y la ciencia, y la filosofía. Una mujer, mientras cose, cocina, abraza, cubre, ca­lienta, también sueña que el hombre que la posea será más que un hombre, será la figura mitológica de sus sueños, el héroe, el descubridor, el construc­tor. Porque allí donde se mezcla la semilla de hombre y mujer, dentro de las gotas de sangre que se entremezclan, los cambios que ocurren son los mismos que los de los grandes y caudalosos ríos de la herencia, que, además de transmitir los rasgos físicos, transmiten los rasgos del carácter de padre a hijo y a nieto. Recuerdos de experiencias son transmitidos por las mis­mas células que repitieron la forma de una nariz, una mano, el tono de una voz, el color de un ojo. Esos grandes y caudalosos ríos de la herencia trans­mitieron rasgos y llevaron sueños de un puerto a otro hasta su realización, y dieron a luz a persona­lidades nunca nacidas antes. No hay hombre ni mujer que sepa lo que nacerá en la oscuridad de su entreveramiento; tantas cosas además de niños, tantos partos invisibles, tantos intercambios de alma y carácter, tantos florecimientos de personalidades desconocidas, tantas liberaciones de tesoros ocultos, de fantasías soterradas.

lunes, 11 de abril de 2011

- Alejandra Pizarnik - Fragmentos Para Dominar El Silencio -


I
Las fuerzas del lenguaje son las damas solitarias, desoladas, que cantan a través de mi voz que escucho a lo lejos. Y lejos, en la negra arena, yace una niña densa de música ancestral. ¿Dónde la verdadera muerte? He querido iluminarme a la luz de mi falta de luz. Los ramos se mueren en la memoria. La yacente anida en mí con su máscara de loba. La que no pudo más e imploró llamas y ardimos.


II

Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el tejado y las palabras no guarecen, yo hablo.
Las damas de rojo se extraviaron dentro de sus máscaras aunque regresarán para sollozar entre flores.

No es muda la muerte. Escucho el canto de los enlutados sellar las hendiduras del silencio. Escucho tu dulcísimo llanto florecer mi silencio gris.


III

La muerte ha restituido al silencio su prestigio hechizante. Y yo no diré mi poema y yo he de decirlo. Aún si el poema (aquí, ahora) no tiene sentido, no tiene destino.

- Billie Holiday - I'll Be Seeing You -



I'll be seeing you

In all the old familiar places
That this heart of mine embraces
All day through.

In that small cafe;
The park across the way;
The children's carousel;
The chestnut trees;
The wishin' well.

I'll be seeing you
In every lovely summer's day;
In every thing that's light and gay.
I'll always think of you that way.

I'll find you
In the morning sun
And when the night is new.
I'll be looking at the moon,
But I'll be seeing you.

I'll be seeing you
In every lovely summer's day;
In every thing that's light and gay.
I'll always think of you that way.

I'll find you
In the morning sun
And when the night is new.
I'll be looking at the moon,
But I'll be seeing you.

miércoles, 6 de abril de 2011

- Juan Gelman -





ESTOY SENTADO COMO UN INVÁLIDO EN EL DESIERTO DE MI DESEO DE TI

Me he acostumbrado a beber la noche lentamente, porque sé que la habitas, no importa dónde, poblándola de sueños. El viento de la noche abate estrellas temblorosas en mis manos, que aún no se conforman, viudas inconsolables de tu pelo. En mi corazón se agitan los pájaros que en él sembraste y a veces les daría la libertad que exigen para volver a tí, con el helado filo del cuchillo. Pero no puede ser. Porque estás tan en mí, tan viva en mí, que si me muero a ti te moriría.


martes, 5 de abril de 2011

- T.S. Eliot - Los Hombres Huecos -


I

Somos los hombres huecos
Somos los hombres rellenos
Inclinados unos con otros
La cabeza llena de paja. ¡Pobres!
Nuestras voces secas, cuando
Susurramos juntos
Son suaves y sin sentido
Como el viento sobre el pasto seco
O pies de ratas sobre vidrio roto
En nuestra bodega seca

Figura sin forma, sombra sin color,
Fuerza paralizada, gesto sin movimiento;

Aquéllos que han cruzado
con mirada decidida, al otro reino, al de la muerte
Recuérdennos, --si es que lo hacen-- no como perdidas
Violentas almas, sino sólo
Como los hombres huecos
Los hombres rellenos.


II

Ojos que no me atrevo a encontrar en sueños
En el reino de los sueños de la muerte
Ellos no aparecen:
Allí los ojos son
Luz solar sobre una columna rota
Allí, está un árbol balanceándose
Y las voces son
En el canto del viento
Más distantes y más solemnes
Que una estrella desvaneciéndose.

Déjame estar lejos
En el reino de los sueños de la muerte
Déjame también ponerme,
Tales disfraces deliberados
Saco de rata, piel de cuervo,
Cruces del campo santo
Que se comportan como el viento se comporta
No más cerca --

Ni siquiera en ese encuentro final
En el reino de las penumbras


III

Ésta es la tierra muerta
Ésta es tierra de cactus
Aquí las imágenes de piedra
Se levantan, aquí reciben
la súplica de la mano de un hombre muerto
Bajo el parpadeo de una estrella que se desvanece.

Es así
En el otro reino de la muerte
Despertando sólo
A la hora en que estamos
Temblando con ternura
Labios que podrían besar
Componen rezos para piedras rotas.


IV

Los ojos no están aquí
Aquí no hay ojos
En este valle de estrellas que agonizan
En este valle hundido
Esta mandíbula rota de nuestros reinos perdidos

En estos últimos lugares de reunión
Vamos a tientas, juntos
Evitando hablar
Reunidos a la orilla del río caudaloso

Ciegos, a menos
Que los ojos reaparezcan
Como la estrella perpetua
Rosa multifoliada
Del reino crepuscular de la muerte
La única esperanza
De los hombres vacíos.


V

Aquí vamos alrededor del espinoso peral
Espinoso peral espinoso peral
Aquí vamos alrededor del espinoso peral
A las cinco en punto de la mañana.

Entre la idea
Y la realidad
Entre el movimiento
Y el acto
La Sombra cae

Porque Tuyo es el Reino

Entre la concepción
Y la creación
Entre la emoción
Y la respuesta
La Sombra cae

La vida es muy larga

Entre el deseo
Y el espasmo
Entre la potencia
Y la existencia
Entre la esencia
Y el descenso
La Sombra cae

Pues Tuyo es el Reino

Pues Tuyo es
La vida es
Pues Tuyo es

Así es como el mundo acaba
Así es como el mundo acaba
Así es como el mundo acaba
No con una explosión sino con un gemido.



I

We are the hollow men
We are the stuffed men
Leaning together
Headpiece filled with straw. Alas!
Our dried voices, when
We whisper together
Are quiet and meaningless
As wind in dry grass
Or rats' feet over broken glass
In our dry cellar

Shape without form, shade without colour,
Paralysed force, gesture without motion;

Those who have crossed
With direct eyes, to death's other Kingdom
Remember us -- if at all -- not as lost
Violent souls, but only
As the hollow men
The stuffed men.


II


Eyes I dare not meet in dreams

In death's dream kingdom
These do not appear:
There, the eyes are
Sunlight on a broken column
There, is a tree swinging
And voices are
In the wind's singing
More distant and more solemn
Than a fading star.

Let me be no nearer
In death's dream kingdom
Let me also wear
Such deliberate disguises
Rat's coat, crowskin, crossed staves
In a field
Behaving as the wind behaves
No nearer --

Not that final meeting
In the twilight kingdom


III

This is the dead land

This is cactus land
Here the stone images
Are raised, here they receive
The supplication of a dead man's hand
Under the twinkle of a fading star.

Is it like this
In death's other kingdom
Waking alone
At the hour when we are
Trembling with tenderness
Lips that would kiss
Form prayers to broken stone.


IV


The eyes are not here

There are no eyes here
In this valley of dying stars
In this hollow valley
This broken jaw of our lost kingdoms

In this last of meeting places
We grope together
And avoid speech
Gathered on this beach of the tumid river

Sightless, unless
The eyes reappear
As the perpetual star
Multifoliate rose
Of death's twilight kingdom
The hope only
Of empty men.


V


Here we go round the prickly pear

Prickly pear prickly pear
Here we go round the prickly pear
At five o'clock in the morning.

Between the idea
And the reality
Between the motion
And the act
Falls the Shadow

For Thine is the Kingdom

Between the conception
And the creation
Between the emotion
And the response
Falls the Shadow

Life is very long

Between the desire
And the spasm
Between the potency
And the existence
Between the essence
And the descent
Falls the Shadow

For Thine is the Kingdom

For Thine is
Life is
For Thine is the

This is the way the world ends
This is the way the world ends
This is the way the world ends
Not with a bang but a whimper.

lunes, 4 de abril de 2011

- Maria Callas - Casta Diva/Norma -




Casta Diva, che inargenti

queste sacre antiche piante,
a noi volgi il bel sembiante
senza nube e senza vel.
Tempra, o Diva,
tempra tu de’ cori ardenti
tempra ancora lo zelo audace,
spargi in terra quella pace
che regnar tu fai nel ciel.
Fine al rito: e il sacro bosco
sia disgombro dai profani.
Quando il Nume irato e fosco,
chiegga il sangue dei Romani,
dal Druidico delubro
la mia voce tuonerà.
Cadrà; punirlo io posso.
Ma, punirlo, il cor non sa.
Ah! Bello a me ritorna
del fido amor primiero;
e contro il mondo intiero.
Difesa a te sarò.
Ah! Bello a me ritorna
del raggio tuo sereno;
e vita nel tuo seno,
e patria e cielo avrò.
Ah! Riedi ancora qual eri allora,
quando il cor ti diedi allora,
Ah! Riedi a me.

- Henri Michaux - En La Noche -



En la noche
En la noche
Me he unido a la noche
A la noche sin límites
A la noche.
Mía, bella, mía.
Noche
Noche de nacimiento
Que me colmas con mi grito
Con mi trigo
Tú que me habitas
Que haces olas tras olas
Que haces olas en todos lados
Y humeas, eres tan densa
Y muges
Eres la noche.
Noche que yace. Noche implacable.
Y su fanfarria, y su playa.
Su playa en la altura, su playa en todas partes,
Su playa bebe, su peso es rey, y todo se hunde bajo él.
Bajo él, más delgado que un hilo.
Bajo la noche
La Noche.

sábado, 2 de abril de 2011

- Oliverio Girondo - Nocturno -




Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana. Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos. Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas. Trote hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin razón.
¿A qué nos hace recordar el aullido de los gatos en celo, y cuál será la intención de los papeles que se arrastran en los patios vacíos? Hora en que los muebles viejos aprovechan para sacarse las mentiras, y en que las cañerías tienen gritos estrangulados, como si se asfixiaran dentro de las paredes. A veces se piensa, al dar vuelta la llave de la electricidad, en el espanto que sentirán las sombras, y quisiéramos avisarles para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones. Y a veces las cruces de los postes telefónicos, sobre las azoteas, tienen algo de siniestro y uno quisiera rozarse a las paredes, como un gato o como un ladrón. Noches en las que desearíamos que nos pasaran la mano por el lomo, y en las que súbitamente se comprende que no hay ternura comparable a la de acariciar algo que duerme.