Every phrase and every sentence is an end and a beginning.

Every poem an epitaph.

/ T.S.Eliot /


miércoles, 25 de febrero de 2009

- Catulus -



Desdichado Catulo, deja de cometer locuras
y lo que ves perdido, dalo por perdido.
Brillaron en otros días radiantes soles para ti,
cuando ibas y venías a donde te llevaba la joven,
amada por mí como ninguna otra será amada.
Cuando allí surgían aquellos numerosos juegos amorosos,
que tú querías y la joven no desdeñaba,
brillaron, en verdad, radiantes soles para ti.
Ahora ella ya no los quiere. Tú, no seas débil; no los quieras tampoco.
Ni persigas a quien huye, ni vivas desdichado;
resiste con obstinación, aguanta.
Adiós, joven, ya Catulo resiste.
No te buscará, ni irá a rogarte en contra de tu voluntad.
Pero tú sufrirás, cuando nadie se dirija a ti.
Maldita, ¡ay de ti! ¿Qué vida te aguarda?
¿Quién se te va a acercar ahora? ¿A quién le parecerás hermosa?
¿A quién vas a amar ahora? ¿De quién se dirá que eres?
¿A quién vas a besar? ¿A quién le morderás los labios?
Pero tú, Catulo, aguanta sin ceder.

Miser Catulle, desinas ineptire,
et quod vides perisse perditum ducas.
Fulsere quondam candidi tibi soles,
cum ventitabas quo puella ducebat
amata nobis quantum amabitur nulla.
Ibi illa multa cum iocosa fiebant,
quae tu volebas nec puella nolebat.
Fulsere vere candidi tibi soles.
Nunc iam illa non vult: tu quoque impotens noli,
nec quae fugit sectare, nec miser vive,
sed obstinata mente perfer, obdura.
Vale puella, iam Catullus obdurat,
nec te requiret nec rogabit inuitam.
At tu dolebis, cum rogaberis nulla.
Scelesta, vae te, quae tibi manet vita?
Quis nunc te adibit? Cui uideberis bella?
Quem nunc amabis? Cuius esse diceris?
Quem basiabis? Cui labella mordebis?
At tu, Catulle, destinatus obdura.

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