Iban a separarse. Ella recuerda qué difícil, cruel, era hablar. Las palabras eran inencontrables, tan fuerte era el deseo. No habían vuelto a mirarse. Habían evitado las manos, miradas. Había sido él quien había impuesto aquel silencio. Ella dijo que aquel silencio suyo, sólo suyo, las palabras eludidas debido a aquel silencio, incluso su puntuación, su distracción, aquel juego también, lo infantil de aquel juego y de sus llantos, todo aquello habría podido ya señalar que se trataba de un amor.
Every phrase and every sentence is an end and a beginning.
Every poem an epitaph.
/ T.S.Eliot /
jueves, 12 de febrero de 2009
- Marguerite Duras - El Amante -
Iban a separarse. Ella recuerda qué difícil, cruel, era hablar. Las palabras eran inencontrables, tan fuerte era el deseo. No habían vuelto a mirarse. Habían evitado las manos, miradas. Había sido él quien había impuesto aquel silencio. Ella dijo que aquel silencio suyo, sólo suyo, las palabras eludidas debido a aquel silencio, incluso su puntuación, su distracción, aquel juego también, lo infantil de aquel juego y de sus llantos, todo aquello habría podido ya señalar que se trataba de un amor.
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2 comentarios:
me he quedado muy intrigado por ver la película o leer el libro de Margueritte Duras, parece muy interesante y bonito. Un abrazo.
Definitivamente, te recomiendo todo libro de Marguerite Duras. Para mí, una escritora maravillosa, de una sensibilidad extrema. La película respeta mucho el texto.
Gracias por leerme.
Un beso.
V.
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