Nadie debe hacer ruido en el secreto corazón. Amo las apariencias del no ser natural. La verdadera nada es el espejo que envenena los rostros del deseo, convierte a la memoria en cuerpo fugitivo de la unión. Desde que nací estoy lleno y vacío de mí mismo y así conozco que la verdad más inocente es un destino.
2 comentarios:
¡no ser natural!
cuántos fingimientos oculta la aparente naturalidad, quizás el mundo enloqueciera de tanta verdad (o no), quizá la nada exterior se llenara... o en su omisión, los deseos quedaran cautivos en la memoria
un beso Virginia
Es un placer leerte, María.
Gracias por visitar My Pagan Poetry.
Cariños. V.
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